EL PERDON

     

  EL PERDON

Hace 20 años que me separé de mi pareja porque este me fue infiel. Aunque han pasado tantos años aun lo odio y me acuerdo de todo lo que me hizo como si hubiese ocurrido ayer. 
¿Qué puedo hacer?

Cuando somos lastimados de esta manera en muchas ocasiones decidimos abrazar el odio.  Vivimos lleno de amargura y creemos que no vamos a ser feliz hasta que esta persona pague por lo que hizo. Alguien dijo que la amargura es como tomarse un veneno esperando que la otra persona se muera. No sabiendo que los que estamos muriendo somos nosotros.  Nos secamos poco a poco y nos convertimos en esclavo de la amargura. Para esto, el único antídoto existente es el perdón. 

Es por esto que quiero presentarle algunas verdades que te pueden ayudar en tu proceso:  

1. Cuando perdonas, le quitas el control de tu vida a la otra persona. Como en este caso, han pasado 20 años y aun su expareja le sigue haciendo daño. Se acuerda diariamente de algo que ocurrió hace tanto tiempo. Quizás no puede dormir bien o pasa por periodos de depresión, mientras que la otra persona continua su vida y ni siquiera se acuerda de ella. Se puedes regocijar pensando cuando la otra persona pague por lo que le hizo, sin darse cuenta que quien ha estado pagando por 20 años es ella. Cuando perdonamos no permitimos que la otra persona nos siga lastimando y podemos ser libre para continuar nuestra vida. Dejando el sufrimiento donde tiene que estar. En el pasado.

2. El perdón no es un sentimiento es una decisión.  Muchas veces, nos decimos que no perdonamos porque no lo sentimos en nuestro interior.  Recuerda, el perdón no es un sentimiento, sino una decisión tomada basada en la realidad. En donde yo estoy consciente de que esa persona me hizo mucho daño, pero tomo la decisión de no devolverle como se merece.  De dejarlo ahí. Con el tiempo los sentimientos se unen a la decisión tomada y de esta manera podemos sentir el perdón. Pero esto no es de inmediato, es un proceso y toma su tiempo. 

3. Perdonar no es olvidar. No tienes que olvidar lo que te hicieron para saber que perdonaste. Esto no ocurre a menos que te de amnesia. Perdonar es, aunque puedo acordarme de lo que me hicieron, me mantengo en la decisión tomada de perdonar.   

Tú decides, si continuarás tu vida abrazada a los sentimientos de odio, amargura y desesperanza. Lo único que te llevan es a que continúes sufriendo por lo que te hicieron, tu vida se detenga y estés enfocada en el pasado sin poder disfrutar tu presente.  O tomar la decisión de abrazar el perdón y de pasar la página. Este te llevará a una paz emocional y a la posibilidad de continuar tu vida con la esperanza de un mejor mañana.

                                                     La decisión es tuya.

Dr. Roberto Irizarry

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