SOLEDAD

Cuando la Soledad Duele

 

¿Por qué me siento tan solo, aun cuando estoy rodeado de personas?

Todos nosotros en algún momento de nuestra vida nos vamos a sentir solos. Cuando nos mudamos de país, al pasar por un divorcio, al sentir el rechazo de algún amigo, al recibir el diagnóstico de una enfermedad como el cáncer, al tener problemas económicos, al ser despedido del trabajo, entre otros. Todas estas son experiencias que, además, de los sentimientos de tristeza o coraje, provocan en nosotros sentimientos de soledad.

Es por esto que quiero explicarte algunas cosas sobre la soledad para que puedas tomar control de ella y no la soledad de ti.

El sentirnos solo es normal:

Los seres humanos fuimos creados para vivir en comunidades. Por esto existen los amigos, las familias, los pueblos y las naciones.  Es la soledad que nos lleva a desear compartir con otros. Así como el hambre nos lleva a comer, la sed a beber agua y el deseo sexual a reproducirnos. La soledad nos lleva a querer tener familia, amigos y vivir en la sociedad.  El problema está cuando tengo hambre y no tengo que comer, tengo sed y no tengo que beber y me siento solo y no tengo con quien compartir o quien me comprenda. Este sentimiento se convierte en una necesidad que busca ser saciada. La incomodidad, el vacío y la angustia que sentimos es lo que llamamos soledad. Es importante que entiendas que es normal que nos sintamos solo en algún momento de nuestra vida. Esto es parte de nuestra naturaleza humana.

 La soledad es la peor consejera.

         Mucho de nosotros al tratar de escapar de la incomodidad y el vacío que provoca el sentirse solo, tomamos decisiones que luego nos arrepentimos. Por ejemplo, una mujer que se siente sola al no sentirse comprendida por su pareja. El dolor que siente hace que tome la decisión de separase, para darse cuenta al final que tomó una mala decisión. Antes de tomar una decisión que afecte tu vida, date un tiempo hasta que te sientas mejor. Es entonces que puedes tomar una decisión basada en la realidad y no en los sentimientos de soledad que más tarde pueden cambiar.

A falta de pan, galleta

         En ocasiones la soledad es especifica. Queremos compartir con esa persona amada, con mi expareja, con mi hijo, con mi mama o mi amigo; pero esa persona no está dispuesta a compartir con nosotros. No importa quien esté a nuestro alrededor nos sentiremos solo, porque no está esa persona que añoramos. Esto no debe de ser así. Aprende a llenar esa necesidad emocional con las personas que quieren estar contigo en este momento. Esas son las que Dios permite que estén presente, no las menosprecie. Quizás no te sentirás tan bien como cuando estabas con esa persona especial, pero no significa que no puedas disfrutar de la compañía de esta otra persona que están dispuestas a compartir contigo.

Cambia de actitud y rompe el ciclo de la soledad

Aunque no decidimos el hecho de sentirnos solo, podemos decidir qué actitud vamos asumir en ese momento.  Para muchas personas el sentirse solo es lo peor que le puede pasar y sin darse cuenta se sumergen en los sentimientos de tristeza y angustia. Cayendo así en un ciclo de desesperanza, provocando que se alejen cada día más de las personas y de esta forma aumentan los sentimientos de vacío y soledad.

¿Qué puedes hacer cuando la soledad llega?

1.    Rompe el ciclo.  Lo hacemos cambiando nuestra actitud ante la situación que estamos viviendo.

2.    Comprende la soledad. La soledad NO es lo peor que puedas experimentar, sino que es una emoción normal que compartimos con todos los seres humanos.

3.    Dale un nuevo sentido. Este es un periodo de tiempo que nos ofrece la vida para conocernos a nosotros mismo, para identificar aquellas cosas que no están bien y generar cambios.

4.    Dar en lugar de esperar. En ocasiones el dolor que sentimos hace que nos convirtamos en egoístas emocionales. En vez de esto, aprendamos a enfocarnos en el dolor ajeno, más que en el nuestro. Hay personas que al igual que nosotros se sienten solos. En vez de espera que otros me suplan mi necesidad yo puedo suplir la necesidad de esa persona que se siente sola.  

5.    Trabaja con el área espiritual. Una fuente de la soledad puede ser una necesidad espiritual. Este es un buen tiempo para acércate al Creador y permitir que sea Él quien llene ese vació que sientes.

En fin, te quiero decir que nosotros somos los que decidimos si permitimos que el sentimiento de soledad nos aplaste o lo utilizamos a nuestro favor para mejorar nuestra vida.  Todo comienza con un cambio de actitud.  

Dr. Roberto Irizarry