UN REGALO DE NAVIDAD

UN REGALO DE NAVIDAD

Esta época trae muchos buenos recuerdos; entre los míos está el día de Navidad. Mis hermanos y yo esperábamos con mucha impaciencia ese momento que abriríamos nuestros regalos.  Ya sabíamos más o menos lo que debíamos esperar y la mayor parte de las veces podíamos acertar.  Pero siempre había un regalo que no nos gustaba tanto.  Cuando lo habríamos lo que encontrabamos eran medias y camisillas.  Yo le preguntaba a mis padres, ¿por qué me regalan esto? Ellos me contestaban: "Porque lo necesitas". 

Así, como nosotros, nuestros hijos necesitan que le regalemos ciertas cosas que son muy importantes para su desarrollo. A continuación, algunas recomendaciones que te pueden ser de mucha útilidad:

·       Expresión de amor. Yo estoy seguro que amas a tu hijo, pero más que todo tu hijo necesita que seas capaz de expresarle tu amor a través de besos, abrazos y palabras afectivas. Esto hace que se sientan seguros y especiales, ayudándolos a fortalecer su autoestima.

·       Transmite tu fe y tus valores. Esto se logra a través de tu ejemplo. Ellos te observan y quieren ser como tú. Modélale ese hombre o mujer que te gustaría que llegaran a ser. Aprovecha cada oportunidad para enseñarle tus valores. Si no lo haces, otros lo harán por tí; la televisión, sus amistades o sus artistas favoritos.  Más que imponer nuestros valores, seamos personas que tengamos la capacidad de influir a nuestros hijos.

·       Costumbres y tradiciones. Si nos ponemos a pensar sobre nuestra niñez, mucho de nuestros recuerdos están ligado a alguna tradición familiar. Por ejemplo, el tipo de comida, las canciones, los juegos y las fiestas. Las costumbres y las tradiciones establecen la historia y fomentan los valores.  Esto hace que nuestros hijos crezcan con buenos recuerdos.

·       Tiempo de calidad. Nuestros hijos necesitan que saquemos tiempo para compartir con ellos.  Necesitan toda nuestra atención.  A través de esto les enseñamos lo importante que son y que siempre pueden contar nosotros.   

·       El sentido de gratitud. Más que un regalo es nuestro deber enseñarles el valor de las pequeñas cosas, las que no cuestan mucho dinero o simplemente no cuestan nada.  A valorar cada cosa que tenemos por insignificantes que sean y cada cosa recibida. Enseñarles para que muestren su amor y agradecimiento. Que sepan lo afortunados que son.

Hay regalos que los dejarán sin aliento por un momento, tal vez, si tenemos suerte por un par de semanas; pero sabes que hay regalos que estarán en sus memorias el resto de su vida. No olvidemos que en la Navidad celebramos, lo que con sacrificio nuestro padre Celestial nos regaló. El, al igual que mis padres sabían que hay regalos que, aunque no estén en nuestra lista, realmente los necesitamos.     

¡Feliz Navidad a todos!

Dr. Roberto Irizarry