Ansiedad y Ataques de Panico

ATAQUES DE PANICO

Tuve que ir en varias ocasiones a la sala de emergencia pensando que tenía un ataque cardíaco. Para mi sorpresa, el doctor me dice que mi corazón está bien. Lo que me está dando son ataques de pánico. Me siento desesperada, no quiero que me vuelva a ocurrir esto nueva mente. ¿Qué puedo hacer?

 

Quiero comenzar diciéndote que no estás sola, miles de personas al igual que tú, han tenido la experiencia de sufrir un ataque de pánico.

Un ataque de pánico está definido como un periodo en donde la persona sufre de manera súbita de un temor intenso, provocando una serie de síntomas tales como: palpitación cardiaca, sudoración, temblor, dificultad para respirar, sensación de ahogo, náuseas, sensación de mareo, escalofríos, sensación de hormigueos, despersonalización, miedo a perder el control, miedo a volverse loco o miedo a morir. Esto puede durar por varios minutos, pero el temor a que vuelva a ocurrir puede provocar mucha angustia en las personas que lo padecen.    

Problemas con la alarma

Aunque no se sabe el origen exacto de los ataques de pánico, si se sabe que tiene que ver con la activación del sistema nervioso simpático, el cual es parte del sistema nervioso autónomo. Esto es una alarma natural que todos los seres humanos tenemos, que se activa ante un peligro inminente, provocando todos los síntomas que hemos discutido. El objetivo de esta alarma es protégenos, ya sea, prepararnos para pelear o huir.  El problema está cuando el sistema de alarma se activa sin que ocurra un peligro real. Cuando esto ocurre es lo que llamamos ataque de pánico. El objetivo es aprende a desactivar la alarma, de esta forma podemos controlar los ataques de pánico. Por esta razón quiero darte algunas recomendaciones que te pueden ayudar:           

No te vas morir o a volverte loco(a).

Aunque creas que te vas a morir o a volverte loco(a) cuando estas experimentando un ataque de pánico, esto no va a pasar. Como te has dado cuenta lo que estas sintiendo es parte de un mecanismo de defensa de nuestro propio cuerpo, que a pesar de que puede hacernos sentir incómodos, no está ideado para hacernos daño alguno. Esa sensación va a pasar en algunos minutos y luego te sentirás mejor.

Cambia tu manera de pensar       

Una de las cosas que provoca que se active la alarma del pánico son los pensamientos. Al comienzo las personas pueden tener una sensación corporal como una punzada en la cabeza o siente que el corazón se le agita. Lo próximo es pensar en lo peor. “Me está dando un ataque cardiaco o quizás tengo un tumor y los médicos no lo han descubierto todavía”.  Inconscientemente le estamos diciendo a nuestro cerebro que hay un peligro inminente. Esto hace que se active la alarma y por ende el ataque de pánico. Tenemos que ponerle un pare a ese pensamiento irracional utilizando la verdad.  La verdad es que los médicos te han dicho que todo está bien y lo que estas sintiendo es ansiedad.   

 Piensa en otra cosa 

 En ocasiones los pensamientos son muy fuertes y no podemos dejar de pensar en esto. El truco está, no en no dejar de pensar en eso que te causa ansiedad, sino en pensar en otra cosa. Distrae tu mente. Para esto te puedes tratar de leer un libro, hacer algún palagrama, recitar un poema, versículos bíblicos, hablar con alguien, ver una película, sembrar un árbol etc. Esto te ayuda a desenfocarte del pensamiento que está activando la alarma.

Aprende a relajarte

Una clave importante para desactivar la alarma del pánico lo es la relajación. La ansiedad y la relajación no pueden estar juntas. A mayor relajación menor van a ser los síntomas de ansiedad.  Es por esto que tienes que aprender a relajarte mientras comienza a sentir los síntomas.  Comienza con la respiración. La persona que se siente ansiosa tiende a hiperventilar.  Esto provoca que aumente los síntomas de ansiedad. Lo que tienes que hacer en primer lugar es reducir la velocidad de la respiración. Luego, comienza a inhalar profundamente por la nariz, contén la reparación por dos a tres segundos y luego exhala lentamente por la boca. Esto hace que te relajes. Además, puedes tomarte una ducha de agua fría, puedes escuchar música, puedes hacer ejercicios de relajación muscular etc.  

Enfrenta el temor y no permitas que controle tu vida

La ansiedad se alimenta del temor.  A mayor temor, mayor va a ser los síntomas de ansiedad. Por el temor a que le vuelva a ocurrir un ataque de pánico, muchas personas deciden no salir de la casa, no compartir con las personas que ama o no asistir a los lugares que le gusta ir. Muchos temen a que otras personas se den cuenta de su problema. Esto hace que se sientan como si tuviesen que guardar un secreto que es imposible ocultar. ¡De ninguna manera! No permita que la ansiedad controle tu vida. Aunque sea con temor sal de tu casa. Si en ese periodo de tiempo te da un ataque de pánico, siéntate en algún lugar, has los ejercicios de relajación, deja que te pase y continua con tu vida. Si alguien te pregunta que te pasa, solo explícale que no te sientes bien, que un minuto te pasará. Sé que es difícil, pero la única alternativa es enfrentar el temor. ¡Enfréntalo y vencerás!   

Hacer cambios en tu estilo de vida

Muchas personas que padecen de ataque de pánico se encuentran bajo mucho estrés. Quizás tienes problemas en el trabajo, la llegada de un bebé, problemas de familia, entre otros. Los ataques de pánico pueden ser una señal de que tienes que hacer cambios en tu estilo de vida. Entre los cambios puede ser sacar tiempo para hacer ejercicio, bajar las horas de trabajo, buscarte un pasatiempo, tener una persona con quien hablar, entre otros.   

Busca ayuda profesional

Muchas personas que padecen de ataques de pánico necesitan la ayuda de un profesional.

Las investigaciones señalan que la combinación de medicamentos y la terapia cognitiva conductual es el tratamiento más adecuado para manejar este problema.

                 

Con la ayuda necesaria, se espera que las personas que padecen de ataques de pánico puedan mejorar. Por esto, ¡Mantén la fe y la esperanza viva!  
 

                                                                                  Dr. Roberto Irizarry

 

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